viernes, 21 de mayo de 2010

"EL GRAN PLAN": GENESIS

Que habrá sido lo que despertó en Charles Darwin la idea de que todos los seres vivos vienen de otros menos evolucionados? No solo eso, sino que en contra de la iglesia que a finales de los 1800s tenía todavía un gran poder -no como el de la inquisición pero podías quedar muerto o desterrado académicamente si se te ocurría pronunciar una teoría que fuera en contra del simplista "Creacionismo"- pero aun así llegó, rompió los esquemas en su mente y formuló la polémica hipótesis: que sugería que los seres humanos éramos animales que también veníamos de una especie menos evolucionada.

Darwin descubrió que la capacidad de adaptarse -tanto de las plantas como de los animales- les permite tener más posibilidades de sobrevivir, mientras las especies con menos adaptabilidad van desapareciendo. Así surgen nuevas especies, con diferentes características.
Él también trazó el primer bosquejo del "Árbol de la vida" (cosa que hizo casi en códigos tipo Nostradamus) donde graficó la evolución de las diferentes especies conocidas desde una en común basándose en hallazgos de fósiles. Esto era algo muy atrevido para el momento y el miedo no le permitió publicar nada hasta tener suficientes pruebas.

Este hombre, quien le dedicó toda su vida a la ciencia, a su adorada esposa y a sus 10 hijos e hijas, acostumbraba a realizar caminatas por el campo que rodeaba su casa (que todavía es mantenida en buen estado y es actualmente un museo) a través de un sendero que el mismo creó. En éste camino que recorría varias veces al día como ejercicio físico y mental, observando la naturaleza y pensando en sus hallazgos , meditaba y dejaba que los conocimientos y últimos datos se asentaran. Tal vez eso fue lo que le permitió -al igual que Aristóteles y Copérnico con sus teorías astronómicas- dejar de pensar que el humano era el centro de la creación, que todo giraba al rededor de él y que todo fue creado para nosotros, e inclinarse más bien hacia que somos simplemente la punta de una de las ramas de la creación. Tan solo hacemos lo que todos los seres vivos hacen: buscar mejorar, adaptarnos, perpetuar la vida y evolucionar como consecuencia.

Él, como muchos naturalistas, biólogos, botánicos y otros científicos se dio cuenta que los seres vivos, todos ellos, buscan siempre las mejores condiciones para vivir, defienden primero la vida, se defienden de agresiones, buscan alimento en cualquier sustrato de su entorno, se reproducen para garantizar la permanencia de su especie después de su muerte y tratan de expandir su territorio aunque tengan que volver a adaptarse a nuevas condiciones. Además, aunque no se desplacen de habitad, si este cambia, la "vida" cambia también.

Entre los fósiles encontrados a finales de los 1800s estaban los primeros homínidos organizados en sociedades, eficientes técnicas de caza, murales y ritos funerarios. Hubo un momento (durante algunos 10.000 años) en que varios homínidos convivieron y solo uno logró abrirse paso para dar origen al hombre moderno. Por favor, veamos a estos antepasados como seres primitivos. Primitivos tanto en su parte física -incluyendo su cerebro que era aproximadamente igual al volumen del nuestro- , su tecnología, su sociedad y su espíritu. Pero recordemos que en ellos está la base de lo que somos ahora. Ellos fueron la arcilla en la que se modeló quienes somos hoy día. Y el escultor de esta obra no es más que nosotros mismos con nuestras decisiones. Cuando digo "nosotros" hablo de la humanidad entera.

Recuerdan lo que escribí en una Verita anterior? "Solo existe el presente y el tiempo es solo el cambio de la materia". Pues yo digo que en cada momento del pasado de la humanidad hemos tomado decisiones que han virado el timón de nuestro destino. La forma en que nos alimentamos la hemos ido decidiendo, la manera en que hacemos nuestros hogares, la forma en que solucionamos nuestros conflictos con los demás, la definición de éxito, qué es admirable y qué es reprochable en los otros o en uno mismo. Lo que pasa es que cuando despertamos a este mundo ya estaba todo medido y habían corrientes de gente persiguiendo objetivos, para lo cual fueron entrenados. Aún así esas corrientes no son estáticas. Ellas van cambiando de dirección como respuesta a cómo todos respondemos a las cosas que se nos van enfrentando y a nuestros fenómenos internos como individuos y como sociedad. Igual que antes, la "vida" continua su camino siempre hacia adelante, en constante búsqueda y en constante adaptación.

En algún momento entre el nacimiento del Homo sapiens sapiens y el inicio de la escritura -que dejaría testimonio de lo que ahora conocemos como "historia"- algo nos ocurrió. No siempre hubo infelicidad en el mundo. El miedo tubo un origen porque hubo un tiempo en que no sabíamos que era esa sensación. Vivíamos sin preocuparnos por la muerte o por perder lo construido. Simplemente seguíamos adelante como el resto de la naturaleza. Sí, "como el resto de la naturaleza". Hubo un tiempo en que eramos una sola cosa y nos comunicábamos bien con nuestro entorno pero perdimos eso. Ya desde antes de la escritura cometíamos ecosidios que terminaban en enfermedades, hambre y muerte de poblaciones enteras. Pero no siempre fue así.

Los escritores del albor de la cultura humana lo explicaron con historias como la de "Adán y Eva" u otras historias aborígenes americanas y australianas donde describen el origen del miedo, la rebeldía hacia el Dios -que no es más que la necedad de no ser feliz y vivir en desarmonía- y como fuimos desterrados de esa armonía y felicidad y condenados a APRENDER. Me niego a pensar que estemos condenados a sufrir o que el trabajo es un castigo. Todo lo duro, difícil u obstáculo en la vida moderna no es mas que oportunidad para entrenar nuestro espíritu. ESTAMOS CONDENADOS A APRENDER. A aprender a ser felices

Todo esto porque de una fuente, que no se cual pueda ser, surgió la idea que podíamos ser seres aparte, que podíamos tener pensamientos que nadie más podía saber, tramar planes para nuestro beneficio propio y que podíamos ser desleales. Entonces, surgió la desconfianza del semejante y el egoísmo. Nos dimos cuenta que éramos unos ilusos si seguíamos siendo generosos y tratando de vivir confiando en el vecino porque tarde o temprano el otro vendría a aprovecharse de ti.

Esa postura tan confortable pero cobarde se propagó y arruinó "EL GRAN PLAN". Íbamos por buen camino después de millones de años de evolución. La "vida" había recorrido un largo camino desde la primera molécula de aminoácido hasta alcanzar un ser con creatividad y capaz de ser plenamente feliz, hasta que nos perdimos gracias a que esa idea se propagó entre nosotros y la seguimos pasando de generación a generación. La proyectamos en los medios de comunicación y en salones de clases. En las conversaciones cotidianas y en nuestros actos más inconscientes.

Sólo les recuerdo lo que muchos sabios de nuestra historia han dicho aunque en resumidas y sencillas palabras. Olvidarnos de nosotros mismos es ganar el paraíso. Lo que bien interpretado quiere decir: siendo infinitamente generosos convertiremos el mundo en un paraíso y en poco tiempo todos seremos uno solo porque la generosidad sin limites se contagia. Un paraíso donde cada uno de nosotros vea en el otro a sí mismo.

PERO ESTAMOS CONDENADOS APRENDER Y A ENSEÑAR TODO LO BUENO PARA COLABORAR CON EL GRAN PLAN.